Mediana edad

Dic 2022-Marcelo Tosoroni

Presidente
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La vida es así, cuando naces, lo único que se puede hacer, es crecer, no lo eliges, solo sucede. De bebé a niño, de niño a joven, de joven a adulto, es en este ascenso meteórico, como si fuera la batería de un dispositivo alimentándose del enchufe tomacorrientes, que el proceso se detiene abruptamente, justo en adulto…. es como si la naturaleza una vez que se cumple este ciclo, te abandonara a tu suerte, y de ahí, comienzas a experimentar y vivir los achaques, los dolores y la lenta pero inexorable pérdida de capacidad atlética.

Mirando el techo de su refugio urbano, Lautaro reflexiona sobre la vida, y claro, ya con 35 años, lo que llamaríamos, un hombre de mediana edad, sus días de gloria en la fuerza, comenzaban a llegar a su fin. De ser, el indiscutible integrante de las misiones que requerían más acción, lenta pero inevitablemente, sentía que se transformaba solo en elemento de consulta.

No sería tan dramático, si pudiera encajar en las tareas de oficina de baja intensidad, pero las detesta, considera que son para mediocres, y como, hombre de acción, sus mandatos no permiten que pueda darse el lujo de transitarlas.

No obstante, sus evaluaciones de desempeño, en los entrenamientos quincenales, y sus perfiles psicológicos del último semestre, comienzan a sugerir su obsolescencia, para integrar equipos que participen en la primera línea de los operativos.

-” ¡¿Jubilado????!!! no puede ser, dejé todo por esta fuerza, y así me van a pagar…. ¿con olvido?  Quizás…. mi error, fue no haber pensado más en mí, más allá del trabajo…… ufff es verdad… pienso como viejo??.... y masticando este amargo pensamiento se durmió.

En la mañana, lo despierta el sonido característico qué genera el ingreso de un mensaje encriptado, en la cuenta codificada, sin dudarlo, toma el aparato en sus manos y comienza a descargar el archivo. En él, se encuentran las coordenadas, la hora y fecha de cuándo y dónde, se llevará a cabo la próxima misión, que aun, para su sorpresa, lo incluye como personal élite, a la vanguardia de la emboscada….  ¿Quizás su última misión?

Se vistió rápidamente, desayuno un café qué recalentó en el microondas, tomó sus cosas y abordó un taxi rumbo al aeropuerto, no tardó en llegar, otro vuelo a donde no quiere ir…otra ciudad más…. – “un paso más cerca del retiro”, se decía en su diálogo interno.

Ni bien bajó del avión, chequeo las coordenadas del campamento base, y emprendió la marcha, al cabo de dar unas vueltas al fin dio con el lugar, Ingresó en el derruido edificio, en la primera puerta a la derecha, accedió al cuartucho, tal como dictaba el plan, allí encontró prolijamente distribuidos los elementos, sus pertrechos, y raciones suficientes como para 3 meses. Entre los elementos típicos que se suministran para este tipo de “trabajo”, llamó poderosamente su atención, una bicicleta todo terreno, un casco de bici y una mochila caja de delivery.. - “¿qué significa esto?”…..-“no me jodas”!!!!!!!! exclamó incrédulo….

Dejó a un lado su equipaje, se paró frente a un espejo, sucio y un poco lleno de humedad, y comenzó a observarse.

Aún conservaba ese porte espigado de su metro noventa y pico, con hombros anchos, fuertes espaldas y abdominales trabajados, durante años, producto de estar listo a cada segundo para la acción inesperada, forjados en entrenamientos, día tras día, su mirada inexpresiva, su mandíbula fuerte, su entrecejo ceñido y su rostro dibujado por las cicatrices de vaya a saber qué combates cuerpo a cuerpo.

-” En fin”-  pensó -” allá vamos”….

Esa primera noche ya acomodado en su refugio, fue con su mente a repasar todos estos años de violencia, combates, armas y siempre en alerta…. Por primera vez en mucho tiempo llegaron a su mente, preguntas, que él mismo se planteaba sobre su atribulada vida…. –“¿Quién soy...?” –“¿Qué hacía cuando era un niño?”... -“¿cómo diablos terminó todo así?”... -“¿mi familia?”... –“¿viven o están todos muertos?”…  -“después de tantos años de servicio ¿Qué carajo hago?”… -“solo se matar y sobrevivir”... sin respuestas, sin casi dormir, por su ventana comenzó el alba a ceder paso al amanecer y fiel a sus años de adiestramiento, disciplinadamente decidió transitar la rutina del levantarse, alistarse, para comenzar el nuevo día.

Se calzó el casco, su chaleco, su mochila caja, chequeó las ruedas, que estuvieran bien infladas y por fin salió.

El objetivo estaba a 500 m desde el campamento base y el estimado de tiempo de ejecución de la misión, eran mínimo 120 días. Puteo para adentro, pensó - ¿“como no fue hace unos años atrás”?!!!  ajustó la cola y comenzó a pedalear.

-” Qué m***** de mochila”- pensaba, mientras recorría la distancia que lo separaba de su objetivo, comenzó a atravesar el frente imponente de aquella casi blindada propiedad, rodeada por torres de oficinas, de vaya a saber qué actividad…… nido inequívoco de los mediocres y holgazanes francotiradores, sin dudas, esta fortaleza, y lo que contenía en su interior, eran el objetivo primario.

La propiedad parecía impenetrable, por lo que su adiestramiento, le comenzó a sugerir, qué el operativo necesario para alcanzar el éxito, debía suceder justo al ingreso del condominio, y lentamente (mitad para recolectar información del futuro teatro de operaciones, y mitad por su inevitable edad) en su bicicleta transitaba el terreno, ataviado con su disfraz qué tanto odiaba.

Así sin pena ni gloria, día tras día sin novedad, transcurrieron casi 2 meses, tiempo suficiente como para tener todo ajustado, medido, calculado según el plan... pero la sensación de qué pronto sería descartado, olvidado, desechado, injustamente ignorado, jamás lo abandonó… A causa de esto, sus diálogos en frecuencia codificada, con lo que él ya no consideraba un asistente de Inteligencia Artificial sino más bien un confidente, un amigo muy cercano, lo habían conducido a tomar una decisión, su decisión.

Finalmente, en el día 68, surgieron indicios de que no sería un día más.

Cómo viejo zorro, se preparó, medito, acomodo sus pertrechos, destruyó toda prueba qué delatara su estancia en ese lugar, cargó todo en su mochila caja y concentrado como nunca tomó la bicicleta abriéndose pasó al exterior.

Tal cómo le fue informado, a poco de pedalear, 4 vehículos sin matrícula, lo sobrepasaron, con dirección al punto fijado como epicentro de los combates...

Pedaleo con fuerza y logró ponerse a la par de la primera camioneta, en ese instante escuchó a través de su dispositivo Bluetooth, en el interior de su oído, el comando que estaba esperando: ¡luz verde! nombre clave Armagedón!

¡Se sintió en Disney!, todo su entrenamiento se apoderó de su SER, en un solo movimiento, sacó su fusil de asalto M4 de la mochila y saltó al capot de la chata, matando a chofer y acompañante, para luego en un doble mortal hacia adelante, acceder al techo del segundo transporte, en dónde apuntando al interior, se deshizo de todos los ocupantes, con macabra habilidad y destreza, al tiempo que comenzó a percibir, en ese instante, ¡los Zip!! Zip!!! de las balas trazantes, provenientes desde las torres de oficinas, buscando los cráneos de los ocupantes de vehículos 3 y 4, logrando dejarlo a salvo de la contraemboscada.

Agotado y casi sin aliento, con su arma aún humeante, siente un ardor que le quema las entrañas y observa cómo por debajo de su chaleco blindado, un hilo de sangre, corre impulsado por la gravedad, buscando a través de su pierna derecha encontrarse con la chapa del techo destrozado de la chata, que él mismo acaba de masacrar. El tiroteo fue intenso, aún está con vida, pero la suerte no ha sido del todo buena…… A duras penas se mantiene en pie. Con un hilo de voz alcanza a transmitir la confirmación qué determina la misión como exitosa al resto de la compañía: “Presidente está a salvo”.

Lautaro tiene muy claro por su experiencia, por las misiones qué carga a sus espaldas y el conocimiento meticuloso del comportamiento de las fuerzas, tanto amiga, como enemiga, qué existe una brecha insalvable de 30 segundos, entre el fin de los combates y la llegada del bando triunfante a la zona de muerte, comienza a correr el reloj con su implacable tic…. tac…….

Con su decisión tomada, y su movilidad reducida por la herida recibida en el combate, empieza ejecutar el plan…. SU PLAN, qué él mismo ideó y nombró: “RETIRO VOLUNTARIO”. Presidente es su garantía, pero tal vez también la inspiración, que no busco, para su decisión…………………

Marcelo Tosoroni
Marcelo Tosoroni

Soy Marcelo, un alma que trabaja por ser libre, honesta y fiel a sí mismo, esperanzada de compartir lo increíble de este viaje interior.

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