Los grandes objetivos, las grandes campañas, están teñidas por la impronta del riesgo, sin este ingrediente absolutamente aleatorio, el éxito o alcance de una meta, es totalmente incapaz de suceder, aunque también es acechado por la sombra inquebrantable del posible fracaso. Sin embargo, la condición humana, ha sabido desde tiempos ignotos, arreglárselas para engañar a su propio sistema de creencias, sus miedos y muchas veces basado en su etapa de inexperta juventud como especie, o en la consecución de intentos fallidos o en la estupidez o la locura, llevar adelante proyectos tan riesgosos, como generadores de nuevas eras de desarrollo o de destrucción masiva, sin conocer escala de grises, así de maravilloso, así de perverso, condición de infinita convivencia entre la bondad y la violencia constantes……. Como si, las civilizaciones, estuvieran clamando a la evolución el equilibrio, la estabilidad de carácter, la serenidad que habita el Ser cuando siente la seguridad de su estar siendo, como especie...

De esta dicotomía existencial, surgen a lo largo de la historia, los relatos épicos de hazañas logradas, que algunos citan, como si hubieran sido planificadas y ejecutadas a la perfección, sin dudas, sin contratiempos, sin traiciones, sin miedo……. Y como resultado, queda en el registro popular de la historia, de que tal Emperador, tal Rey, o tal civilización, fue próspera, fue pujante o fue la cuna de cultura, ignorando o eligiendo no investigar, cuánto de crueldad, habitó aquellos tiempos, para lograr imponerse, creyéndose luego, con derecho a realizar los registros en los que se basa la historia escrita…. Eliminando a quienes no pensaran como ellos, no solo de los documentos que llegan hasta nuestros días, si no de su propia existencia en aquel presente…. y de la historia que debiera relatar su existencia pasada…… intentando que habiten el olvido…. Negándonos una visión de 360º en cada momento de lo que sucedió. De tal modo, no es difícil comenzar a deducir que al rompecabezas le faltan…… o sobran…… muchas, muchas, muchas piezas.

Presidente cargo a Lautaro, con una fuerza desproporcionada para su aspecto de niño de 12 años, en el vehículo que se reservaba para su traslado a un lugar seguro, si una emergencia, tal como una invasión, un posible robo, o un desastre natural, se materializaba. Y comenzó una loca carrera a toda velocidad, en modo manual, por las transitadas calles, con rumbo a los almacenes abandonados del puerto.

Tenía muy claro que la no construcción de condominios en aquel lugar abandonado y estratégicamente pegado a las aguas, era la desembocadura impune de todos los desechos cloacales de la ciudad, entregando al mar durante años toneladas de contaminación y muerte para la matriz que nos cobijó como embriones en los comienzos de nuestro desarrollo evolutivo….  estos drenajes enormes y proporcionales a una ciudad inmensamente masiva, darían el marco para generar, una guarida, como parte de la primera fase…….

La decisión de su manufactura con este aspecto infantil, se correspondía con las limitaciones presupuestarias que se habían presentado a lo largo de su etapa de desarrollo, lo que derivó en la conclusión de que mientras menos material sólido se utilizara, más se podría invertir en desarrollo de su software, que a final de cuentas era su mayor potencial…. Extraña coincidencia entre el valor intrínseco de lo material con su accidental aspecto inocente, infantil e ingenuo….

Al fin la marcha se detuvo, en el mismo borde del fin del muelle, Lautaro se estaba tapando los ojos ya que parecía inevitable la colisión con el mar, Presidente en un ágil movimiento descendió, con el motor encendido y sin esfuerzo arrancó violentamente la puerta del acompañante, descubriendo una cara entre dolor y agonía de un Lautaro que se estaba desangrando.

Como si se tratara de una pluma, lo tomo a “upa”, delicadamente lo depositó en el piso y en dos ademanes lo colocó en el interior de una bolsa hermética, como las que se usan para los cadáveres en la morgue, solo que esta era más gruesa y daba la sensación de impermeable. – ¡No me va a entrar oxígeno! Alcanzó a gritar, justo antes de que el zeeeeep del cierre, cerrará el envoltorio y lo sellará. ¡Inmediatamente escuchó el splash!  del choque de su cuerpo, junto con el androide cayendo al agua y aterrado comprobó que se estaban sumergiendo.

-¡Listo pensó, - Esta lata hija de puta me quiere muerto!, balbuceo y pudo sentir como estaban cada vez más bajo el agua, teniendo el brazo del androide enroscado en su cintura, comenzó a sentir calor, a sofocarse casi hasta perder el conocimiento, el blanco del interior de este envoltorio se teñía por el rojo de su sangre que no paraba de emanar desde lo bajo de su chaleco blindado, - ya está, estoy al horno hasta acá llegamos… la puta madre, tanto quilombo y terminar de esta manera……

Mientras tanto, los Quavity, con la clara superioridad de la sorpresa de su emboscada, arriban a la zona de muerte, al mando de Dione, la capitana de la trigésima sexta división de francotiradores, quien, durante la operación, fue la encargada de monitorear y dirigir el desarrollo de las acciones y brindar cobertura de apoyo a Lautaro. Fue ella, quien, desde la torre oeste, proporcionó la cortina de fuego que lo protegió y fue ella también quien vio a Lautaro por última vez, en el techo de uno de los vehículos, informando el comando que declaraba como exitosa a la operación….

- ¡Señora la sección de seguridad está vacía, lleno de cuerpos y ninguna señal de vida, solo quedan elementos dispersos aun respondiendo al fuego en lo alto de la fortificación!

- Rápido sargento, ¡liberen los drones rastreadores y encuentren las filmaciones de acceso y vigilancia interna de la fortaleza AHORA!!!! Resto de la compañía generen un perímetro de cobertura, rápido no tenemos más de 10 minutos hasta la contraofensiva….

- ¡Ya oyeron a la capitana, vamos vamos vamos vamos, ¡busquen y encuentren!!!

Como un enjambre de abejas, los micro drones comienzan a ser liberados en cantidades, cubriendo el cielo con su gris plomizo y su zumbido entre ensordecedor y molesto.

Dione está confundida, Lautaro tenía la oportunidad de pasar a la historia en el bronce con esta operación, y más teniendo en cuenta, como todos calculaban, que esta sería su última…. Su rastreador no emite señal, su GPS está apagado, el robot tampoco está, los radares no registran ecos acordes a ellos, es como si se hubieran desintegrado…algo no cierra, algo no está bien…… pero que……

A lo lejos comienza a escucharse el estruendo de la artillería enemiga….

En medio de una lluvia de bombas Rucrum, la capitana Dione, no tiene alternativa - Retirada, retirada

Marcelo Tosoroni

Soy Marcelo, un alma que trabaja por ser libre, honesta y fiel a sí mismo, esperanzada de compartir lo increíble de este viaje interior.