Ogo. Consecuencias del apareamiento con el huevo primordial.

Oct 2022-Letrinemias

Memorias de una Mantis
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Justo antes que el último grano de arena

despertara de su letargo

y vaciara el reloj hacia una nueva Era, 

Él, hincaba su perlado diente en la fruta prohibida.

¿Quién imaginaría que tan grácil mano

(blanca, lívida y grácil mano)

sería el vehículo de la perdición?,

¿el inicio de la realidad tal como la vemos?

Dulce el jugo yacía en su comisura, 

aún la saliva no tiznaba su brillo único, 

cuando lentamente un estertor suave, letrinoso,

apenas audible,

brotó de su garganta.

Nunca antes sonido alguno había sonado tan hórrido en ese paraíso.

Nunca nada tan disonante y gutural 

había hecho sonrojar de vergüenza

a las bocanadas de aire

que se escondían tras las hojas rojas.

El cielo todo estremeció y el Gran Creador ese día lloró.

Hasta sólo hace un instante,

lo deseado debía ser pensado,

cielo y tierra en uno sólo habían sido soñados,

el alimento en servil animal era ofrecido,

las diferencias y el engaño eran desconocidos.

El petirrojo, de su dulce canto se deshizo,

y la palabra burda y áspera

habló de lascivia y concupiscencia. 

Mefistófeles, nunca más ubicuo en sus jugos,

de la voz se valió para confundir las almas

y fácil salir del paso errado.

¿Cómo el poeta bebe de esa miel creyendo que en el cuento contado

o el relato imaginado nos fue dado un don?,

¡un don que es capaz de someter a indecibles tormentos,

a noches blancas y sueños destrozados!

¿Cómo el músico utiliza ese instrumento pensando que mejora lo perfecto?, 

¡creyendo acercarse a las bondades del canto de un ave,

o al siseo ondulante del viento entre las hojas del ciprés!

Palabras, palabras y más palabras,

el triste néctar que corre por sus heridas,

sólo es un agrio bálsamo del daño que ellas engendraron.

Voluptuosa fruta de seco corazón,

primordial leche de la decadencia, 

dulce y sincera,

cruel condena.

Letrinemias
Letrinemias

Spleen del mas enfermo.

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