El cese

En 2023-Emanuel Bibini

Versos malditos
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Los hombres se miraban con espanto

Donde antes aversión, ahora gemidos

Algunos se mataban, conmovidos

Cuando cesó del pájaro su canto.

Apolo se apagó muy de repente

Tinieblas se posaron en la tierra

«Y ¿cómo haréis ahora vuestras guerras?

Pronto no quedará ni la simiente

De todos ustedes, perversa gente»

Dijo una voz que parecía segura

De que afirmaba una verdad extraña

Y en las tinieblas, sin héroes ni hazañas

La desesperación de la pavura.

El que antes hombre, ahora era una fiera

Huyendo sin mirar a todas partes

Se fue la luz del Sol, se apagó el arte

«Es tiempo de que no sea más lo que era»

Dijo otra vez la voz altisonante

¿Qué eso de los tiempos, qué era Antes?

Adán empezó todo. Y se termina

La serpiente maldita es derrotada

Y los impíos van a su morada

Y a los justos otro Sol ilumina.

Se vuelve el Caos como era en el Principio

Ya todo es nada, ahora nada es todo

Lo que antes roca firme, ahora lodo

Lo que era llano ahora es todo ripio.

La blanca Luna aparece sangrienta

Ni Zeus ni Palas pueden detenerla

Están lloviendo ya sus ígneas perlas

No puede nadie detener la afrenta.

Y Prometeo sigue encadenado

Y el águila le come de su vientre

Y Sísifo y la roca, que no entren

Al Averno, pues van de condenados.

Y el círculo noveno que vio Dante

También será de raíz destruido

Se apagará el amor, no habrá Cupido

Ni poetas desdichados como antes.

Judas no volverá, traidor maldito

Bruto y Craso tampoco, pecadores

Más el infame César, los roedores

Los comen y ellos son un solo grito.

Y la perversa serpiente del Nilo

Arde con Herodes el mestizo

Idumeo perverso, que de hechizo

Culpó a Mariana, que enfrentó el cruel filo

Y al cadalso marchó inmutable

Con la belleza áurea de sus días

Con su linaje, y con su valía

A cumplir una pena injusticiable.

Se ve a Lutero marchar con sus huestes

Príncipes codiciosos, gente infame

Ladrón, borracho, violento, derrame

De avaricia voraz, las botas lame.

Con él se ve también que va Calvino

Hereje que a los herejes quemara

Este era muy peor que Torquemada

Recuerden a Servet, qué desatino.

Luego el azote es para el austríaco

Perverso, bestia, animal humano

Hórrido corazón, cerebro insano

¡Cuánta perturbación, oh ser maníaco!

Ahora el espanto se vuelve infinito

El Universo que antes se expandía

Se contraerá todo en un solo día

Llegó la hora, cese todo rito.

Prepárense poetas, que las Musas

Ya no estarán jamás para inspirarlos

No habrá consuelo, ¿quién va a consolarlos?

Si eligieron tener el alma obtusa.

Emanuel Bibini
Emanuel Bibini

Soy de Alberti, nacido —el 27 de enero de 1994—y criado, Provincia de Buenos Aires, Bachiller en Arte por la escuela Secundaria 3 "Movimiento arte concreto invención". Publiqué 5 libros: (Escritos de noche, reflexiones y poemas de un obsesivo), (Relatos Apocalípticos, 30 historias trágicas), (El hilo plateado de la muerte), (Tristísima comedia), y (21 de septiembre, el pueblo de los tiranos).

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