Una reflexión para humanizar a Beethoven

Beethoven
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Trato de buscar inspiración. Escucho la sonata número 14 de Beethoven. Al menos el primer movimiento que es mi favorito y me encantaría saber exactamente si la historia que se cuenta es real. Dicen que Beethoven compuso esa sonata en 1801 inspirándose en su alumna, la condesa Giullietta Guicciardi de la cual estaba enamorado y no podía casarse con ella por su clase social. 

Hoy en día es un problema que ya no existe. Al menos para mí, no existe hacerse problema por si la persona que amás es de otra clase social pero también sabemos que si el otro no da el paso... Es decir, ella podría haber sido una revolucionaria en sus tiempos, mandar todo a la mierda y casarse con él. Sin embargo no lo hizo. Evidentemente, no lo amaba como él la amaba a ella o bien, tuvo miedo. Y está bien tener miedo. Es normal. Pero qué hace uno con ello es lo que debemos de tener en cuenta. Ella no sólo se quedó en el molde. Se casó con otro que sí pertenecía a su misma clase social. Más cobardía que esa... Y no se me ocurre pensar "Ah, pero era otra época". Si tomamos el contexto como un factor condicionante no existiría "ésta época", la que vivimos ahora. No habrían existido personas revolucionarias. (Pero antes de que me tildes de "machirulo" por juzgar a Giullietta como "cobarde", te pido que sigas leyendo esta reflexión hasta el final). 

Entonces pienso en el dolor que habrá sentido Beethoven por ese amor no correspondido o ese amor traicionado (porque se casó con otro) o simplemente ese amor que nunca existió. Tal vez fue todo una transferencia de Ludwig hacia la condesa y a ella sólo le gustaba vivir la aventura. Tal vez ella nunca sintió ese mismo amor. Tal vez a ella le divertían y/o satisfacían los encuentros furtivos. Y nada más. 

Si vamos a hablar de la época de antes, siempre era el hombre enamorado que conquistaba y ese amor tan mágico e intenso que ha llenado páginas y páginas de libros, guiones y canciones dedicadas a ese sentimiento. Pienso que todo ese tiempo dimos por sentado el amor de la mujer. ¿Y si ella no lo amaba? Claro, la leyenda de "ella lo rechazó por su clase social" lo hace quedar a Ludwig como un mártir. El pobre hombre enamorado que compone esta obra como regalo a su amada. ¿Y ella? Antes la veíamos como la interesada, la cobarde, la que no tuvo el valor de dejar todo y vivir un amor que SUPONEMOS era maravilloso. Ahora, viéndolo desde otro lado: ¡Giuilietta me parece revolucionaria! 

Por otro lado, pienso en el dolor que habrá sentido Beethoven y a la vez pienso: si hubiera vivido ese amor, tal vez no habría compuesto una melodía que suena, al menos para mí, tan desgarradora y dolorosa. Y son las emociones lo que me inspira últimamente: El dolor… la melancolía. Es mi sonido actual. 

Sin el dolor y la melancolía no habría existido esa noche de insomnio en la que compuse "La canción más triste". Esa eterna paradoja de querer sacar cosas bellas de la miseria más hedionda y desagradable.

Matías Barros
Matías Barros

Compositor musical y escritor aficionado. A los 6 años empecé a tocar el piano de manera autodidacta. Actualmente me dedico al género Pop Instrumental con fusión de Música Clásica. Descubrí que la música instrumental es subjetiva y cada uno es libre de dejar volar su mente a donde quiera. En mi caso, la música a menudo me genera imágenes y/o emociones y sobre eso escribo

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