Grullas

Hiroshima
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¿Qué es más poderoso? ¿Una hoja de papel o un avión?

El 6 de agosto de 1945, EEUU lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima. El avión había sido bautizado como “Enola Gay”, que era el nombre de la madre del piloto de la misión. Y a la bomba atómica le pusieron “Little boy”. El pequeño niño pesaba 4400 kilos y medía 3 metros de largo. Cuando estalló sobre Hiroshima mató a 140.000 personas en el acto, y otras 60.000 resultaron heridas y, morirían con el transcurso del tiempo por la gravedad de sus lesiones o por las enfermedades provocadas por la radiación.

Sadako Sasaki fue una de esas víctimas. Tenía tan solo dos años cuando cayó la bomba y salió despedida varios metros por la onda expansiva. Increíblemente, sobrevivió. Al menos en ese primer momento. Junto con su madre lograron, de alguna manera, recomponer su vida y Sadako asistió a la escuela hasta que pocos años después, cuando tenía 12, le diagnosticaron la “enfermedad de la bomba”, una leucemia. En el hospital, su amiga Chizucho le contó la leyenda de las 1000 grullas de papel. ¿Qué cuenta esa creencia? Que si una persona desea algo con el corazón y hace 1000 grullas de papel, los dioses le van a conceder ese deseo.  En Asia, la grulla es símbolo de felicidad; y en Japón es considerada una criatura sagrada. 

Los japoneses llaman “origami” a esa técnica de realizar figuras u objetos con hojas de papel doblándolas sucesivamente. Sadako puso manos a la obra en su deseo de curarse, y logró realizar 644 grullas antes de morir, un día como hoy, 25 de octubre de 1955. 

Morir es un verbo, una palabra extraña, en este caso.

Porque sus amigos y amigas continuaron con la tarea que ella no había podido finalizar: hicieron las 1000 grullas. Y luego todos los niños de Hiroshima continuaron su legado y pliegan, cada año, miles de grullas de papel por la paz.

Sadako Sasaki simboliza a todas las víctimas inocentes de las guerras, es recordada con una estatua en el parque Memorial de la Paz de Hiroshima. En el monumento está escrito: “Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Para construir la paz en el mundo".

Este deseo y desafío de encontrar la paz en el mundo, hizo que miles de niños japoneses plegaran grullas y las enviaran el 9 de septiembre al parque Memorial en Nueva York, donde cayeron las torres gemelas, acompañando a las familias del país que había devastado las suyas. Así se construye la paz: perdonando.

Entonces… ¿Qué es más poderoso? ¿Un avión o una hoja de papel?

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Gastón Yaryura
Gastón Yaryura

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