Sobre cumplir el sueño de la infancia

Matías barros
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 "Hoy me levanté otra vez con el vértigo ¿Será que tengo que aprender a coexistir, convivir  con él? ¿Será que es lo que te mantiene con los pies en la tierra? Al ser un artista (que un poco  necesita tener los pies en el aire) tal vez el vértigo sea el contrapeso que equilibra. No estoy  seguro aún de si es un enemigo o un aliado.  

 Lo cierto es que cuando me encuentro con el vértigo me siento más bajo de energía.  Igualmente creo que es un gran logro poder reconocer el vértigo cuando aparece. Antes era lo que  me hacía desistir de mis esfuerzos y terminar en la nada. Tal vez no sea algo que tengo que  erradicar, sino algo que tengo que aprender a dominar.  

En fin, lo que quería poner por escrito es que esta semana voy a definir lo más que pueda.  Voy a intentar dejar cargado el sencillo. Voy a mandar a hacer la portada y si llego, voy a empezar  a cargar la metadata del disco. Todo esto con la intención de ponerme un poco de presión a mí  mismo. Entonces caigo en la cuenta de que a veces es uno mismo quién tiene que ponerse  incómodo y ponerse presión. Soy yo el que tiene que llevarse hasta el borde del abismo,  enfrentarme con el vértigo, porque sé que yo puedo lograr esto."  

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 Los párrafos anteriores fueron escritos en Mayo de 2022. Meses más tarde, es increíble  este sentimiento de "Estar cumpliendo el sueño de mi infancia". Desde chico uno va alimentando  ese sueño con mucha fantasía y como que lo guarda con mucho cuidado en una cajita de cristal.  Pero la realidad o a veces el entorno, te lo tira y se parte en mil pedazos. Otras veces nosotros  mismos, desde la frustración, destrozamos nuestro sueño en añicos. O lo restregamos contra el  suelo hasta despedazarlo. Lo metemos bajo la alfombra, nos olvidamos de él.  

 Pero siempre queda un pedacito. De la misma forma en que cuando se rompe un vaso y lo  barrés, pero al otro día te das cuenta de que quedó un pedacito en un rincón. Porque los sueños  estallan en miles de pedazos, como los vidrios. A veces ese pedacito se te clava en el zapato y en la  diaria te molesta, pero te das cuenta de que es su manera de decirte que sigue ahí.  

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 Entonces a partir de ese pedacito es que se puede volver a construir el sueño. Por  supuesto será un sueño que luzca distinto, muy distinto a tus expectativas iniciales. Pero en  esencia, parte de la idea original. Es eso lo que me está pasando: Acabo de editar mi primer disco  "Insondable", que está disponible en todas las plataformas digitales. Un disco de música Pop  Instrumental con fusión de música clásica que compuse, produje y grabé en mi estudio casero.  

 Durante el proceso creativo de este álbum, descubrí que la música instrumental es  subjetiva. Puede inducir cierto estado de ánimo pero al fin y al cabo todo depende de quién  escucha y la fibra que te toque. Una melodía que a mí me suena super adrenalínica, para otra  persona puede sonar relajante. En cambio la música que tiene letra siempre tiene cierta dirección:  ¡Hay canciones que hasta te dicen cómo tenés que bailar! 

 Es la primera vez que compongo algo tan personal y todas las canciones me han generado  imágenes. De ahí sus nombres. La palabra que da nombre al disco, "Insondable", está vinculada  etimológicamente al mar y de ahí que la imagen de portada sea un iceberg. Se dice que la parte  visible de los iceberg, la que se encuentra sobre el nivel del mar, constituye sólo el 10% del mismo.  El otro 90% permanece insondable, debajo del agua. Esto lo veo como una analogía hacia mi  personalidad compuesta por distintos estratos hasta llegar a la parte que nadie conoce y que le  muestro al mundo por primera vez: La parte Insondable de mí mismo. 

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 Cuando era chico el sueño de editar un disco se veía inalcanzable y totalmente idealizado.  Conseguir un contrato discográfico, grabar en un estudio profesional. Paradigmas típicos de la  infancia de los años 90. Hoy puedo colocar mi disco en las bateas digitales al lado de todos los  que alguna vez me inspiraron a hacer música. Soy uno más de ellos.  

 Miles de veces se me ha roto en pedazos esa idea, pero siempre hubo una partícula que  quedó ahí molestando... o más bien recordando sobre este sueño de mi infancia y que me ha  llevado a volver a construir. Distintas circunstancias, diferentes proyectos, diversos obstáculos,  pero el sueño intacto. 

Acá les dejo la playlist de mi sueño hecho realidad.

Matías Barros
Matías Barros

Compositor musical y escritor aficionado. A los 6 años empecé a tocar el piano de manera autodidacta. Actualmente me dedico al género Pop Instrumental con fusión de Música Clásica. Descubrí que la música instrumental es subjetiva y cada uno es libre de dejar volar su mente a donde quiera. En mi caso, la música a menudo me genera imágenes y/o emociones y sobre eso escribo

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