Resulta que tengo un jarrón lleno de plumas. Plumas diversas, de diferentes tamaños y colores. Grises, negras, rosas, blancas e incluso verdes; mirándolas esta tarde me puse a pensar. Pensé en cómo cada una es única, perfecta y hermosa. Cada una tiene algo que la hace especial y que por eso tiene un lugar en mi pequeño jarrón.

Algunas las encontré mientras hacía mi caminata veraniega apenas la aurora se posaba en mis soñolientas pupilas y las guardé como el tesoro más grande hasta que, al llegar a casa, les busqué su lugar. Otras fueron obsequios desde algún lugar no muy lejano, pero que el solo hecho de que alguien recordara mi jarrón hizo que esa pluma tuviese su lugar en él.

Pero no era eso en lo que pensaba mientras admiraba en silencio mi colección, sino en lo parecidas que podrían ser a las personas, porque cada una tiene algo que las hace únicas. 

A lo largo de la vida conocemos muchas personas y, por alguna razón, solo unas pocas encuentran un lugar especial en nuestros corazones. Es como una selección especial de plumas en diferentes jarrones.

Pero hay una que se vuelve única a tus ojos, que al observarla detenidamente descubrís su belleza volviéndola perfecta para vos. Perfecta, como ese beso que le robaste a alguien por primera vez y que te hizo sonreír ver el asombro en sus ojos. Entonces la admirás cada día, la acariciás con delicadeza notando su suavidad exquisita y la volvés tu favorita. La pones frente a las demás porque te gusta tanto que solo tenés ojos para ella y que pese a que comparte el jarrón con muchas otras plumas, esa tiene un lugar especial. Como esa persona en la que pensás a diario, que te quita el aliento, que te hace sonreír y que te hace sonrojar delante de la gente. Esa persona que encontraste de manera inesperada y que ahora tiene un lugar especial en ese pequeño jarrón. 

No encontrás la razón de que te guste tanto esa péndola y sin embargo ahí está "viéndote" desde su lugar privilegiado desde el jarrón de plumas.

Entonces, puedo decir que mi corazón se volvió ese pequeño jarrón y que las plumas son esas personas que a lo largo de mi vida me fui encontrando. Algunas se fueron volando con el viento y otras tienen su lugar de privilegio pero, quizás, haya una a la que admire en silencio cada día y que con el paso del tiempo, tal vez, se vuelva mi pluma favorita.

Camila Foresi

Escritora nacida en la primavera del 83' en Bahía Blanca. Transitando el profesorado de Lengua y Literatura en el Instituto Avanza. Autora de Margarita (2021) y trabajando en la próxima obra. Escribo porque me hace libre.