La guitarra (PRS Multifoil) de Gustavo Cerati

Paula Dreyer

Oct 2022

La guitarra (PRS Multifoil) de Gustavo Cerati - Paula Dreyer
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“Sé que fui su preferida, su ángel eléctrico... Su musa atemporal. Reía a carcajadas cuando me presentaba ante su banda de amigos como su ”edición limitada”. 

Moría de celos cuando tocaba a otras frente a mí (¡muchas se parecían, pero yo me destacaba entre esa multitud!). 

Cuando llegué a su vida tuvimos esa conexión inmediata...eso que llaman ”química”... y pudimos crear nuestro mundo de quimeras. 

Viajé kilómetros para conocerlo (¡y claro que valió la pena!).Nunca existió duda alguna de que éramos el uno para el otro (¡me gustaba pensar que fui hecha a su medida por algún dios americano que escuchó sus súplicas!). 

Amé escuchar su voz susurrándome por las mañanas... por las noches... por las madrugadas (¡saber que estaba ahí... era un alivio para mi parte más insegura!). Dejaba que pose sus manos sobre mis formas, que me acaricie, que se inspire sobre mi cuerpo (¡y era tan mágico!). 

Vestirme de azul brillante desde el primer encuentro fue la mejor decisión que tuve... (¡hacía juego con sus ojos!). Sé que admiraba mi gran cuello plateado y mi figura esbelta. Me sentía tan poderosa cuando me cargaba sobre su regazo... tanto como cuando me ataba con correas gruesas sobre su espalda. 

Dejaba que haga y deshaga cuanto quiera mientras de su boca salía la poesía más pura. Cuando rozaba sus dedos sobre mi pecho me erizaba...mientras jugamos en el sillón, y estaba descalza... no puedo explicarlo, pero algo sobrenatural me desplazaba (¡y dábamos una vuelta por el universo, sin salir de la habitación!). 

Éramos cómplices los dos y llegué a sentir la electricidad correr por mis venas...y dejaba fluir mi voz musical. Vibramos con la misma energía, (¡teníamos la misma fuerza natural!). 

Confieso que estuve algo nerviosa el día que me presenté ante su familia, no estaba acostumbrada a sentir tanta admiración (¡Eso me hacía más especial!). Fui una parte importante de su vida íntima, de esa que guardaba celosamente lejos de los flashes. La que lo acompañaba a la casa de su madre Lilian, la que se llevaba parte de la atención en los cumpleaños de su hermana Laura, o la que pasa horas jugando a explorar sonidos con su hijo pequeño, (¡Benito heredó la magia de su padre!). 

Cada vez que terminaba su show, me trataba suavemente, como solo un hombre alado sabe hacerlo. Pero no todo era color de rosa (¡aunque podía florecer mirándolo a los ojos!), siempre le reproché su adicción incontrolable al tabaco. No me gustaba sentir esa peste que inundaba el ambiente. Olía sus dedos, y le pedía que dejara de hacerlo. No me hacía caso... y lograba cosas imposibles con solo una sonrisa. Lo perdonaba, y vivíamos dentro de un hermoso deja vú. 

Un día desapareció entre la niebla y ahí fue cuando mi voz se apagó…(y su dulce voz nasal también…

Después de varias idas y vueltas, acepté mudarme con su hijo, (¡supongo que me seguía apreciando!), pero ya no era lo mismo. 

Desde hace 8 años observo todo desde un rincón de la casa frente a una gran ventana. Veo las terrazas desiertas, algunas persianas americanas, pero todo sigue en silencio... (¡así se debe sentir el fin de amar!)...

Supimos crear un adorable puente entre los dos... que ya no existe. Y sigo aquí... llenándome de polvo, que me quitan con un trapo anaranjado y me hacen toser... (como tosía él…) pero no pierdo la esperanza y vigilo la puerta desde mi casa de cristal... 

No está mal ser mi dueña otra vez... pero...¡Espero que no seas tan cruel y vuelvas pronto a casa… Gustavo!.”

Paula Dreyer
Paula Dreyer

Soy Paula, una Cordobesa viviendo en Buenos Aires. Guionista, Comunicadora Audiovisual y mamá de tres (de tiempo completo). Amo relatar mis vivencias y crear mundos con mi escritura. Tengo raíces de pueblo que las fusiono con la gran ciudad. Los invito a leerme.

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