ADios

Screenshot 96 (3) (1)
Compartir en

Por andar ignorando a la muerte

me agarró de pronto desprevenido.

Y en un beso sostenido

se terminó mi buena suerte.

En ese largo beso del adiós,

de la muerte me despido,

aunque mientras tanto todo lo miro

pero ese Dios no era mi Dios.

Es solo encargado de un paraíso,

cuyas nubes de oro el sol ha vestido.

Un ángel asombrado fue testigo

de que recibirme el no quiso.

Nunca jamás leí la biblia,

menos aún recé por vos.

Ni tu perdón nos reconcilia,

ni tampoco mi ser lo necesita.

No me gustan a ciegas las citas

soy quien jamás se arrodilló.

Aunque mientras tanto todo lo miro,

pero ese Dios no es mi Dios.

Santiago Leo
Santiago Leo

Tengo 36 años, soy de Quilmes, BsAs y soy lic. en Publicidad, jardinero y paisajista. Me gusta el arte y suelo volcar mis sentimientos en forma de escritura poética.

suscribite a nuestra
newsletter